Esta
sangre,
con tanta hambre.
Estas
venas ,
con tanta tinta…
Me
rebosan por los dedos
Como
ramas
Como
tentáculos, queriendo atrapar
Como
esas viejas películas
De antaño…
Lo
perpetuan
Lo
eterno
O
quizás,
Lo
efímero de un gesto.
Entonces…
El
poeta se rearma.
Muerde
la palabra entre los dientes
Y la
escupe
En un
simple papel blanco.
Nace la poesía
Demian