Amigos

martes, diciembre 08, 2009

Te diria adios...



Te diría adiós,
si tuviera algún sentido...
Te lo diría,
si de esa manera pudiera
sacar,
 mi sangre alborotada de mi
cuando te veo.

Lo intentaría,
si mis manos pudieran seguir escribiendo.
Lo gritaría,
para interrumpir
Los " te amo"
en mi garganta.



Y no verte,
y no saber,
y no escucharte...
Intentaría el adiós,
si tan solo fuera decirlo.
Adiós a tu boca húmeda,
recorriéndome.
Adiós a tus manos
que me han hecho temblar.

Te diría adiós,
si tuviera algún sentido.
Si en el frio de la noche,
mi cuerpo
 no sintiera tu calor.
Si mi sexo,
no pidiera tu sexo.
Si mis ojos,
no te desearan.



Adiós a las sabanas calientes.
Adiós a mi cuerpo repleto,
para llenarte.

Te diría adiós,
si tuviera algún sentido.
Si perderte me liberara.
pero perderte seria buscarte,
Y que la luz solo te ilumine a vos,
dejándome a oscuras.
Porque tu cuerpo estaría sobre el mío.
Adiós a la sensación de plenitud.

Adiós al grito callado,
en medio de la noche.

Te diría adiós,
si tuviera algún sentido.
Si pudiera cerrar los ojos,
y no verte.
si mi lengua,
no guardara tu sabor.
Si mi espalda no tuviera,
las marcas de tus pechos.



Adiós a los latidos,
que queman.
Adiós al deseo irrefrenable,
de mi piel y tu piel.


Te diría adiós,
si tuviera algún sentido.
Si tu olor,
no me sacudiera ...
en lo más intimo.
Si tu respiración,
no invitara a la mía.

Si el temblor...
En el punto 
" justo",
no ocurriera.
si la palabra 
" deseo",
No fuera fundirnos,
hasta 
" llegar",
a ser solo
 UNO.


Demián

lunes, noviembre 09, 2009

Recomenzando


Uno va
Guardando las palabras.
 Las recoge, como un niño con sus canicas pensando...

Que tal vez, formen un camino de retorno.
Pero las palabras no dichas quedan ahí, sin un cielo sobre sus cabezas.
Quedan flotando sin saber qué hacer, donde anidar.
Y muchas mueren.
Durante este tiempo me he convertido en un asesino serial de palabras.

Las que necesito sacar,
Las que necesito olvidar,
Las que necesito convertir en algo,
Lo que sea.
Me auto convencía a mí mismo que...
No tengo nada que escribir.

Sin embargo,

Cuando la noche me descubre mirando el techo en la cama
tipeo las palabras con el alma.
Palabras ligadas a los sentimientos, de otra manera no se escribir. Palabras con sabor a lagrimas saladas o piel que arde

 En las noches.
Palabras con nostalgias,
con melancolías malgastadas.
Con gratitudes ,
 con alegrías.
Somos seres de palabras.
 Matarlas,
es como ir matando trocitos míos.
Quizás,
 Necesite este tiempo para darme cuenta.
Hasta sentirme como hoy,
 Soso,
 sin sal.

Quizas mañana algun poema explote.
No importa,
sino sera una frase o una imagen.
A los que pasaron por aquí,
gracias por seguir visitando el lugar.
Por dejarme sus cariños a pesar... de mi testadurez.

Un abrazo inmenso a todos.

Demian

lunes, febrero 02, 2009

Si pudiera hoy...



Abrazarte muy fuerte,


hasta que pierdas las formas en mis brazos.
Barajar y dar el tiempo.
Reírme, mucho y muy fuerte,


como una propaganda de aperitivos.


Y que el comercial venda nuestros gritos de alegría, perdidos en la atmósfera, como la humedad que trae la corriente del Niño.
Borrar para siempre las cuatro paginas de asesinatos famosos, esas que nos tiene acostumbrado el diario.
Soplar vida sobre los cuerpos y recuperarlos a las rutinas de novios y colegios.








Que los casos policiales 
solo puedan escribirse en novelas de la tarde.
Cerrar los ojos y darles una fuerte estocada a los recuerdos.
Apilarlos en un archivo al que se pueda consultar con afán científico de nostalgia. Como quien busca colores para combinar y jamás olvidar el negro.
Ya no pedir por el amor que me debes.
Reconocer aunque duela, que el amor... Se da distinto cada vez. Y nunca como espero. Pero siempre a tiempo para que la vida sea un poquito más fácil. Renunciar también a veces al deseo. Dejarlo que se devore a sí mismo. Que se consuma en su fuego.
Recoger la memoria, como piedritas que se acomodan en una canasta. Y devolverlas a la tierra como homenaje.
Rastrear en el aire, esa orden secreta que despierta al mundo. Y que de una vez sea de noche en todos lados. Y nos demos el gran lujo de perder "un día". Que ese día sea siempre el mismo. Y podamos tomarlo como una clava que un malabarista lanza tan alto que nunca termina de caer.
Caer de boca.
Masticar la arena.






Y hacer globos con los pequeños granitos de arena entre los dientes.
Construir desde ahí,
la casa de mis sensaciones.
Dejarla erguirse con su propio impulso hasta él limite de mi arquitectura.
Abrir el alma al cielo.
Y ofrecerme de nuevo a la lenta corrupción del tiempo. Y sus sorpresas.


Demián